Absuelven a dos policías y hay tensión en París

19 de mayo de 2015

Los acusaron de no ayudar a dos jóvenes que murieron electrocutados en 2005. El caso provocó un estallido social.

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¿“Ve que hay dos Francias? ¿Ve que no hay Justicia para los que somos árabes, africanos y pobres?”, acusó Mohamed, un joven francés desempleado de 21 años, tras escuchar la sentencia, al pie de Chene Pointou, esa pajarera urbana en una “Cité”, para los inmigrantes y su descendencia, donde vivía uno de los dos adolescentes muertos en Clichy sous Bois. Los que estaban en el hall de ese edificio, una villa miseria “a la francesa” de varios pisos, asentían. Sólo a 15 minutos de París.

Después de 10 años de espera y en un tribunal de Rennes, a 400 kilómetros de allí para conseguir una atmósfera no emotiva, la justicia francesa exculpó ayer a los policías Sebastien Gaillemin y Stephanie Klein, que habían sido acusados de “no asistencia a persona en peligro”. Fue en el caso de la muerte de Zyed Benna (15) y Bouna Traore (17), dos adolescentes del barrio, cuya muerte hizo estallar a los suburbios franceses en 2005. Para el tribunal correccional de Rennes, los dos funcionarios “jamás tuvieron consciencia de la existencia de un peligro grave e inminente”. Sebastien, el policía, corrió a los chicos para hacerles el control de identidad y vio “unas sombras” entrar al generador de EDF, sin asistirlos. En una comunicación con Stephanie, la otra policía, le informó que “si habían entrado allí”, él no daba “nada por su vida”. El juez consideró que no había suficientes argumentos para considerar el cargo con que habían sido acusados : “No asistencia de persona en peligro”.

Cuando Zyed Benna y Bouna Traore murieron electrocutados tras un partido de fútbol huyendo de un control de la policía, Nicolás Sarkozy era ministro del Interior. Era 2005 y los suburbios franceses se incendiaron. Durante tres semanas, la “banlieue” parisina y de otras ciudades de Francia ardieron, miles de autos fueron incendiados, la población enfrentó a la policía en combates violentos. El gobierno de Jacques Chirac declaró el estado de emergencia.

Un clima de tensión e inquietud se vivía nuevamente en la noche del lunes al martes en Clichy sous Bois y Saint Denis, ante el temor que la frustración y la bronca volvieran a encender la mecha social en los suburbios. En un clima de desempleo y estigmatización, que no ha cambiado para ellos y que la sentencia, a favor de la policía, realimenta.

Cuando la sentencia se escuchó desde Rennes, la cólera de sus familias, de sus amigos y de sus vecinos en Chene Pointou fue enorme. Una inmensa decepción.

Fuente: clarin.com

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