EFE.

Al menos 217 personas han sido asesinadas desde el pasado 16 de mayo por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el este de la provincial central siria de Homs, donde se ubica Palmira, confirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG señaló que entre las víctimas hay civiles, entre ellos menores, y efectivos del régimen, y que los yihadistas han hecho prisioneras a unas 600 personas.

Entre los fallecidos hay 67 civiles, de los que catorce eran menores de edad y cinco eran enfermeras, que perdieron la vida a manos del EI en las localidades de Al Sujna y Al Ameriya, y cerca de unas viviendas de oficiales del Ejército en Palmira, acusados de colaborar y esconder a miembros del régimen en sus casas.

Además, hay 150 miembros de las tropas gubernamentales, milicianos e integrantes de comités populares asesinados por el EI, que decapitó a la mayoría, indicó el Observatorio.

Por su parte, el activista Samer al Homsi, de la opositora Red Sham, dijo por internet que, de acuerdo a las cifras de las que él dispone, unos 280 informantes, soldados y combatientes progubernamentales habrían perecido a manos de los extremistas tan solo en la urbe de Palmira.

Ayer, la televisión siria, que citó fuentes locales, apuntó que el EI había degollado a al menos 400 personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, en Palmira, desde que tomó su control el pasado miércoles.

Los yihadistas lanzaron una ofensiva contra el este de Homs el pasado día 13 y se han hecho con el dominio de amplias zonas de la misma.

El EI proclamó un califato en Siria e Irak a finales de junio de 2014.