Extienden las negociaciones del acuerdo que garantice que Irán no fabricará armas atómicas

29 de junio de 2015

El plazo vence mañana. Pero por las buenas perspectivas, los equipos técnicos seguirán dialogando en Viena.

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Ya es un hecho que las negociaciones del acuerdo que garantice que Irán no fabricará armas atómicas se extenderán del plazo que vencer el martes. Los jefes de la diplomacia de las grandes potencias y de Teherán abandonaron ayer por la noche Viena, dejando la continuación las deliberaciones en manos de los expertos, y con la previsión de regresar a Austria durante la semana para tomar las decisiones políticas finales sobre el acuerdo nuclear.

“Yo diría que la voluntad política está ahí. La he constatado en todas las partes”, declaró la jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini, que maneja las negociaciones. “Hemos encargado a nuestros equipos que sigan trabajando desde esta noche en los textos y los ministros regresarán en los próximos días en cuanto el trabajo haya avanzado para finalizar un acuerdo”, añadió Mogherini, quien advirtió que la hora de las decisiones “políticas” había llegado en esta agotadora negociación iniciada hace 20 meses entre Teherán y las potencias del P5 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Gran Bretaña, Francia y Alemania).

El iraní Mohamad Javad Zarif regresó a Teherán para realizar consultas. “Siempre hemos dicho que si la otra parte muestra voluntad política, es posible llegar a un acuerdo global. Yo estoy seguro de nuestra propia voluntad política y sabemos que la República islámica de Irán, el guía supremo, el presidente de la República y los responsables de los otros países desean un acuerdo respetable y duradero”, declaró antes de abandonar la capital suiza.

El francés Laurent Fabius y el británico Philip Hammond también se marcharon, mientras que el alemán Frank Walter Steinmeier despegará hoy al mediodía. El único que no partió fue el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que debía quedarse en la capital austríaca.

Todas las partes han asumido ya que las negociaciones se prolongarán más allá de la fecha límite del 30 de junio, debido a los numerosos puntos de divergencia todavía presentes.

Se espera que un acuerdo ponga fin al callejón sin salida que impera desde 2002 y que ha amenazado con convertirse en una guerra y ha envenenado las relaciones de la República Islámica con el mundo exterior.

Según el acuerdo marco de Lausana, Irán reducirá en más de dos tercios el número de centrifugadoras para enriquecer uranio, que pueden fabricar combustible para energía nuclear o la base de bombas nucleares, y reducirá sus reservas de uranio en un 98%.

Irán también aceptó cambiar el proyecto de un reactor en la planta de Arak para que no pueda producir plutonio para armas ni utilizar la planta de Fordo –construida debajo de una montaña para protegerla de cualquier ataque– para enriquecer uranio.

A cambio, busca la retirada inmediata de las sanciones de la Unión Europea, Estados Unidos y Naciones Unidas que lastraron en los últimos años su economía y limitan el acceso a los mercados petroleros mundiales.

Fuente: AFP, DPA, EFE, CLARIN

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