Al comienzo, la joven manifestó ser menor de edad de 14 años, supuestamente su padrastro la había obligado a ingerir 21 cápsulas de crack. Luego ella misma dijo que no fue su padrastro, la imputaron por tráfico de drogas.
Se descubrió en primer lugar, que el padrastro no fue responsable de nada, que ella no era menor y finalmente que nunca tuvo las cápsulas en su estómago.
Ella padece de una discapacidad cognitiva, será trasladada al psiquiátrico para seguir un correcto tratamiento.