En Brasil investigarán a Lula por “tráfico de influencias”

21 de julio de 2015

Según lo promovió el jefe de Diputados, Eduardo Cunha. Se acusa a Lula, ex presiddente de Brasil, de haber favorecido a una gran multinacional de ese país.

Compartir

Por obra y arte del cuestionado presidente de la Cámara de Diputados brasileña, Eduardo Cunha, fue creada por un plenario con escasa presencia de legisladores la comisión de investigación parlamentaria (CPI) del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social. A través de esa CPI, que debe establecerse el 6 de agosto, el Congreso pretende averiguar si los créditos dados por la institución a grandes constructoras fueron “facilitados” por la presunta acción de lobby del ex presidente Luiz da Silva.

Cunha negó que su creación se trate de una venganza, al sospechar que fue el gobierno de Dilma Rousseff quien promovió una acusación que pesa sobre él de haber recibido una coima de nada menos que 5 millones de dólares. Pero el líder parlamentario justo decidió implementar la comisión investigadora el viernes pasado al anochecer, el mismo día que anunció su ruptura con el gobierno de

Dilma Rousseff y pasó a engrosar las filas de la oposición. Fue precisamente el partido socialdemócrata brasileño quien demandó en abril montar esa CPI en la Cámara Baja. El objetivo, tanto de Cunha como de los “tucanos” –como se les dice a los militantes de la socialdemocracia vernácula–, es abrir espacios para mantener a Lula en ascuas e inhabilitar, así, su presencia combativa que es la única fuerza dinamizadora que en este momento tiene el Partido de los Trabajadores. Con el ex presidente “manchado” y “amordazado”, tanto Cunha como su aliado del momento, el opositor PSDB, tendrían el camino más libre para avanzar en su intento de desplazar a la presidenta Rousseff en lo que quedaría del año.

El plan es investigar qué ocurrió en el período 2011–2014 cuando Lula, quien ya había salido del gobierno, viajó a varios países, entre ellos Cuba. Hay sospechas, aunque ninguna prueba, de un presunto tráfico de influencias cometido por el líder del PT.

Ayer, el titular del banco BNDES Luciano Coutinho, no se amilanó. Sostuvo en declaraciones a la prensa brasileña: “Veo con total tranquilidad la creación de la CPI. Todos nuestros contratos (crediticios) están en internet, ya que es nuestra obligación esclarecer”. Según el banquero, el BNDES –que es una institución oficial– “está entre los bancos más transparentes del mundo”. A Coutinho le preguntaron si podría haber existido alguna relación entre créditos otorgados por el banco y Lula ya que, según el diario carioca O Globo, existirían pruebas de una acción de lobby a favor de empresas privadas, más precisamente la constructora Odebrecht que construyó el Puerto de Mariel en La Habana con préstamos que le concedió la entidad. Countinho precisó: “No hay ninguna relación, ya que los procesos de gobernanza son muy rigurosos. No hay posibilidad de injerencia política”.

El Instituto Lula negó que éste haya practicado “tráfico de influencia” en favor de las constructoras de su país. Una de las acusaciones es que Lula habría interferido a favor del holding brasileño en la privatización de una estatal de Portugal, la Empresa General de Fomento. “Como muestran los documentos, él comentó el interés que tenía Odebrecht en esa privatización, lo que por otro lado es público desde hace mucho tiempo”.

Fuente: clarin.com

Compartir

Más notas: