Manifestantes brasileños indignados golpearon sus cacerolas e hicieron sonar las bocinas de automóviles en 22 ciudades del país en repudio a las palabras de la presidenta Dilma Rousseff divulgadas por cadena de radio y televisión anoche cuando prometió salir de la crisis que redujo su popularidad al 8 por ciento.

Vecinos de distintos barrios de San Pablo salieron a sus balcones con cacerolas y sartenes, mientras el hashtag #cacerolazo subía al primer lugar de los asuntos más visitados en la red social Twitter, informó hoy el diario Folha de San Pablo.

El matutino paulista reportó que también hubo cacerolazos en otros barrios populares de la ciudad más rica y poblada de Brasil luego de que terminara el mensaje del Partido de los Trabajadores en el que Dilma reconoció la gravedad de la crisis.

"Se que hay muchas cosas que debemos mejorar...se que hay muchos brasileños sufriendo. Estoy del lado de ustedes", dijo la mandataria, cuyo segundo gobierno iniciado el 1 de enero tiene el 71 por ciento de reprobación según una encuesta de Datafolha divulgada ayer. Además, el 66% de los encuestados apoya su destitución.

Los datos revelan un deterioro en la situación política de la mandataria izquierdista, quien asumió su segundo gobierno en enero pasado. En el estudio anterior de Datafolha, divulgado en junio, los que catalogaron como “mala o pésima” su gestión representaban el 65%. 

"El cacerolazo es una protesta contra un gobierno que creó un proyecto de poder que llevó el país a la bancarrota", dijo Celso Dacca, de 58 años, vecino del barrio paulista de Higienópolis.

Las expresiones de repudio al pronunciamiento de Rousseff y el ex presidente Lula da Silva se repitieron con bastante respaldo en Rio de Janeiro y Brasilia.

"El cacerolazo es registrado en 21 estados y el Distrito Federal (Brasilia) luego de una convocatoria masiva en las redes sociales", escribió el diario O Globo de Rio de Janeiro.

Los manifestantes gritaban "Fuera Dilma" y "Fuera el PT" en la sureña ciudad de Curitiba, capital del estado de Paraná, donde esta semana fue preso el ex presidente del PT José Dirceu, que fuera el hombre fuerte durante el gobierno de Lula.

Fuente: Agencias / clarin.com