La ofensiva del gobierno israelí sobre los grupos colonos ultranacionalistas en la ocupada Cisjordania continuó ayer con otras nueve detenciones. El hecho ocurre después del ataque de hace una semana contra una familia palestina que terminó con la muerte de un padre y su bebé. Las fuerzas de ocupación y el servicio de inteligencia interior, el Shin Bet, condujeron varias redadas en colonias israelíes más radicalizadas en el norte de Cisjordania.

Las detenciones se realizaron en siete casas en el asentamiento de Adei Ad –una de las pocas colonias en Cisjordania que hasta el gobierno israelí considera ilegal– y un poblado vecino de Duma, la aldea palestina en donde vivía Ali Dawabash, el bebé de 18 meses que murió calcinado el 31 de julio cuando un grupo de ultranacionalistas israelíes quemó su casa.

El padre del bebé murió el sábado en una cama de hospital por las heridas que sufrió en el mismo incendio y su mamá y su hermano mayor siguen luchando, con gran parte de sus cuerpos quemados. El ataque no es el primero en Cisjordania y seguramente no será el último, pero provocó una indignación inédita dentro de Israel, especialmente en el gobierno. Mientras que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, calificó al ataque como un “acto de terrorismo judío”, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, hizo el sábado un “mea culpa” y admitió que su país está “escondiendo la cabeza” ante el problema del extremismo que nace en su sociedad.

“Por supuesto, no aceptamos esos actos, por supuesto que deben ser condenados, pero no hacemos nada para acabar con ellos. Cuando las malas hierbas empiezan a crecer en un jardín, si no las arrancas inmediatamente de raíz, se harán con el jardín”, advirtió el mandatario en una larga entrevista reproducida por el diario Yediot Aharonot. El ministro de Defensa, Moshe Yaalon indicó ayer que había firmado las órdenes de detención administración, una figura legal “extraordinaria” hasta ahora reservada contra los palestinos, contra los primeros dos detenidos y principales sospechosos del ataque, los ultranacionalistas israelíes Meir Ettinger y Eviatar Slonim.

La figura de la detención administrativa permite detener a alguien durante seis meses sin tener que explicar los motivos ni presentar evidencia ante el detenido o su abogado, y puede ser renovada de manera indefinida.

El primero de los detenidos es considerado como el máximo líder de uno de los grupos de colonos extremistas más activo y agresivo, mientras que el segundo es un conocido de los palestinos y las fuerzas de ocupación israelí. En 2014 fue acusado en 2014 de haber prendido fuego a la casa de una familia palestina en el sur de Hebrón, una de las zonas más calientes de Cisjordania.

Además, un tercer ultranacionalista israelí, Mordejai Mayer, de 18 años, fue detenido el miércoles por su supuesta participación en el ataque e incendio de la Iglesia de la Multiplicación, en Galilea, en norte de Israel, en julio pasado.

Por otro lado, ayer tropas israelíes mataron a balazos a un palestino que atacó con un cuchillo a un civil israelí, hiriéndolo ligeramente, en una estación de servicio al suroeste de la ciudad de Ramallah, en Cisjordania. “En un ataque con cuchillo, un civil resultó herido y un sospechoso fue herido de bala por soldados”, indicó un comunicado del ejército. Luego la policía informó que el atacante, un palestino de un pueblo cercano, murió poco después por la herida que sufrió en la pierna, mientras que el judío israelí, resultó herido en la espalda.

Actualmente viven ilegalmente alrededor de medio millón de colonos israelíes judíos en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este. La expansión de los colonos sólo fue posible gracias a la protección de las fuerzas militares israelíes, que muchas veces funcionan como sus propias fuerzas de choque.

Fuente: agencias DPA / AFP / Clarin.com