Tras la dura pelea contra Apollo Creed y el embarazo de Adrien, Rocky ha colgado los guantes de boxeo. Sin embargo, su ingenuidad a la hora de llevar las finanzas le deja a él y a su familia en una situación difícil, por lo que considera aceptar la oferta de revancha de Apollo para una segunda pelea. Reticente, acepta cuando éste le llama cobarde, a pesar de las negativas de Adrien, quien teme que la pelea pueda acabar con el ya retirado Rocky.